Más allá del arbitraje, el verdadero problema de Chivas que Óscar García no soluciona

El proyecto de Óscar García en Chivas atraviesa un momento complicado. A pesar de los esfuerzos del entrenador español por implementar un nuevo estilo de juego, los resultados no acompañan. La más reciente derrota ante Toluca ha dejado al equipo con un balance de dos victorias, dos empates y tres derrotas en el Clausura 2025, acumulando un total de ocho puntos y ubicándose en la mitad de la tabla. Uno de los mayores problemas de Chivas en este torneo ha sido la fragilidad defensiva. La salida de Jesús Orozco Chiquete y Antonio Briseño, dos pilares fundamentales de la defensa rojiblanca en los últimos años, ha dejado un vacío difícil de llenar. La incorporación de Miguel Tapias no ha sido suficiente para solucionar los problemas defensivos del equipo, y las constantes errores individuales han costado puntos importantes.

El peso de las bajas

La salida de Chiquete y Briseño ha sido un duro golpe para la defensa de Chivas. Ambos jugadores eran referentes en el equipo y su experiencia y liderazgo eran fundamentales para mantener la solidez defensiva. La falta de comunicación y coordinación entre los defensores ha sido evidente en varios partidos, lo que ha permitido a los rivales generar numerosas ocasiones de gol.

El factor arbitral

Además de los problemas defensivos, Chivas también se ha visto afectada por decisiones arbitrales polémicas. La anulación del gol de Alan Pulido ante Toluca es un claro ejemplo de cómo los errores arbitrales pueden influir en el resultado de los partidos.

Sin embargo, es importante destacar que los problemas defensivos de Chivas van más allá del arbitraje. La falta de contundencia en la marca, los errores individuales y la falta de comunicación entre los jugadores son factores que han contribuido a la fragilidad defensiva del equipo.

El futuro de Chivas

El futuro de Chivas es incierto. La directiva deberá tomar decisiones importantes en los próximos meses para solucionar los problemas del equipo. La contratación de nuevos refuerzos, la mejora de la comunicación entre los jugadores y el cuerpo técnico, y la implementación de un nuevo sistema de juego son algunas de las medidas que podrían ayudar a mejorar el rendimiento del equipo.

En conclusión, la salida de Jesús Orozco Chiquete y Antonio Briseño ha dejado una huella profunda en la defensa de Chivas. La falta de solidez defensiva ha sido uno de los principales problemas del equipo en este inicio de torneo. La directiva deberá trabajar arduamente para encontrar soluciones y reforzar la defensa del equipo.