Por Javier Vaca

El partido entre Chivas y Tigres dejó varias lecturas, pero una de las más destacadas fue el rendimiento de Javier Hernández. Su actuación en el encuentro no cumplió con las expectativas y, según análisis posteriores, descompensó el sistema táctico que Óscar García había planteado inicialmente. El técnico español apostó por una alineación con jóvenes talentos, una estrategia que en un principio parecía dar resultados, pero que se vio afectada tras la entrada de Hernández. Esta situación ha generado un debate sobre el rol del experimentado jugador en el equipo y su posible continuidad en el once titular. Como bien señaló el periodista Jesús Bernal, "a García no le tembló la mano para poner a los jóvenes", una declaración que cobra mayor relevancia tras este encuentro.
La entrada de Javier Hernández al terreno de juego generó un cambio en la dinámica del partido. Si bien se esperaba que su experiencia aportara soluciones al ataque rojiblanco, la realidad fue distinta. El equipo perdió fluidez en la creación de jugadas y la conexión entre líneas se vio afectada. La presencia de Hernández, en lugar de fortalecer el ataque, pareció desequilibrar el funcionamiento colectivo que García había buscado con la alineación inicial. Esta situación ha puesto en duda la compatibilidad del jugador con el sistema táctico actual.
El planteamiento inicial de Óscar García, basado en la velocidad y el dinamismo de los jóvenes, estaba funcionando de manera efectiva. Chivas mostraba un juego vertical y generaba peligro en el área rival. Sin embargo, tras la modificación que incluyó a Hernández, el equipo perdió esa chispa y se vio superado por Tigres en varios tramos del partido. Esta situación ha llevado a muchos a cuestionar si la presencia del experimentado delantero beneficia realmente al funcionamiento colectivo del equipo.
El debate sobre la conveniencia de alinear a jugadores experimentados como Javier Hernández frente a la apuesta por jóvenes talentos se ha intensificado tras el partido contra Tigres. Si bien la experiencia es un factor importante en el fútbol, también es cierto que el dinamismo y la energía de los jóvenes pueden aportar un valor diferencial al equipo. En este caso, la balanza pareció inclinarse hacia el lado de la juventud, al menos en lo que respecta al funcionamiento táctico.
La decisión de Óscar García de apostar por los jóvenes en un principio demuestra su confianza en el talento de la cantera rojiblanca. Jugadores como Teun Wilke han respondido a la confianza del técnico con buenas actuaciones, lo que refuerza la idea de que Chivas cuenta con una base sólida para el futuro. La entrada de Hernández, sin embargo, interrumpió este proceso y generó dudas sobre la continuidad de esta estrategia.
Tras el partido contra Tigres, el rol de Javier Hernández en Chivas se ha convertido en una incógnita. Su rendimiento en el encuentro no fue el esperado y su presencia en el campo descompensó el funcionamiento del equipo. Esta situación plantea la posibilidad de que el jugador pierda la titularidad y asuma un rol de suplente, ingresando en momentos específicos del partido para aportar su experiencia. La decisión final recae en Óscar García, quien deberá evaluar cuidadosamente el impacto de Hernández en el sistema táctico.
El futuro de Javier Hernández en el once titular de Chivas parece incierto. Su actuación ante Tigres y el funcionamiento del equipo antes de su ingreso sugieren que Óscar García podría optar por mantener la apuesta por los jóvenes. Esta decisión no implica necesariamente que Hernández deje de ser un jugador importante para el equipo, pero sí podría significar un cambio en su rol dentro del plantel. La afición rojiblanca espera que el técnico español tome la mejor decisión para el beneficio del equipo y que Chivas pueda encontrar la regularidad que busca en el torneo.

02/12/2025

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01/12/2025

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